Portada: Redacción
(19 DE NOVIEMBRE, 2024).-El pasado miércoles 13 de noviembre, representantes del pueblo de Santa Úrsula Xitla acordaron con autoridades de la alcaldía de Tlalpan revisar la documentación del proyecto inmobiliario Residencial Fuentes Brotantes 134. El objetivo de este acuerdo es verificar la legalidad de la obra, tras denuncias de los vecinos sobre posibles irregularidades.
Mientras se llevaba a cabo la reunión, un grupo de manifestantes organizó un cacerolazo en las inmediaciones de la alcaldía como muestra de solidaridad. Además, recorrieron calles cercanas a la explanada de Tlalpan para expresar su rechazo al proyecto.
Los vecinos han señalado que, a pesar de reuniones previas con las autoridades, la obra solo se ha detenido de manera temporal, reiniciando las actividades poco después. Algunos residentes también denunciaron intimidaciones por parte de individuos que, según afirman, podrían haber sido contratados para desincentivar las protestas.
Aunque se han anunciado medidas de mitigación ambiental y acuerdos entre la empresa constructora y algunos representantes comunitarios, persisten dudas sobre la procedencia del terreno. Varios pobladores aseguran que el predio era antiguamente propiedad de una congregación religiosa, lo que ha generado preguntas sobre cómo llegó a manos de los desarrolladores.
El proyecto, a cargo de la empresa Graus, especializada en proyectos comerciales y residenciales, contempla la construcción de un complejo plurifamiliar de aproximadamente 9,519 metros cuadrados. Según la página oficial de la empresa, el desarrollo se encuentra “dentro de uno de los pulmones más grandes del sur de la Ciudad de México”.
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